WASHINGTON.- Estados Unidos dejó ayer de lado temporalmente sus disputas políticas y sus preocupaciones económicas para unirse en una solemne conmemoración del 10º aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, el peor ataque en su historia y un día que marcó un antes y un después en el rumbo político del país y del mundo.
Una sola campanada marcó el primer minuto de silencio a las 08:46, el momento en el que hace 10 años se estrellaba el primer avión contra la Torre Norte del World Trade Center. Le seguirían varios minutos de silencio más, tanto en la zona cero como en el resto de los lugares de homenaje, uno por cada uno de los momentos más dramáticos de un día en el que casi 3.000 personas perdieron la vida en los atentados de Nueva York, Washington y Pennsylvania. Sus nombres fueron leídos por primera vez en forma completa por sus familiares y amigos en la zona cero, acompañados de la solemne música de violoncelo de Yo-Yo Ma y de la emblemática canción de Paul Simon "The Sound of Silence". Justo antes, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, recordaba en la ahora zona cero la mañana de 2001 también amaneció soleada. "Diez años han pasado desde que una mañana de perfecto cielo azul se convirtió en el día más negro" de EEUU, recordó.
Posteriormente, Obama leyó un salmo de la Biblia y Bush un extracto de una del presidente Abraham Lincoln. Ambos evitaron expresamente hacer un discurso demasiado político, en un día concebido para demostrar la unión de un país y no las profundas diferencias existentes entre sus respectivos gobiernos. Sin embargo, las diferencias quedan en claro en el hecho de que la de ayer fue la primera vez que Bush y Obama comparecieron juntos en un acto desde enero de 2010, cuando el terremoto de Haití los unió en la Casa Blanca. La ceremonia en el centro del orgullo militar estadounidense tuvo un carácter algo más reivindicativo, con las autoridades allí reunidas -el vicepresidente Joe Biden y el secretario de Defensa, Leon Panetta, entre otros- homenajeando no sólo a las víctimas de los atentados, sino también a las fuerzas de seguridad que perecieron.